La Argentina en el selecto grupo de líderes mundiales de Datos Abiertos

La Argentina es un “Aspirante” a estar entre los “Campeones” de los Líderes de Datos Abiertos.

Recientemente la World Wide Web Foundation  ha publicado el Barómetro de Datos Abiertos – Edición de los Líderes, donde se examina el desempeño de 30 países que se han destacado por su compromiso de promover los datos abiertos, a partir de la Adopción de la Carta de Datos Abiertos, o por haber adherido como miembros del G20 a los principios de los Datos Abiertos para la Lucha contra la corrupción.

En la medición que el Barómetro  realiza por quinto año consecutivo, se introducen cambios importantes en su metodología al reducir de 100 a 30 los gobiernos analizados y utilizar valores absolutos en lugar de relativos, buscando proyectar evaluaciones más realistas del desempeño.

Los parámetros utilizados ponen foco en tres ingredientes que son considerados esenciales y forman parte del proceso de actualización de la Carta de Datos Abiertos: 1) apertura por defecto; 2) Infraestructura de Datos, 3) Publicar con un propósito.

La Argentina -que se encuentra adherida a la Carta y es además miembro del G20- ocupa el grupo de los denominados “Aspirantes” por no superar el umbral de los 65 puntos (por encima de ese puntaje se ubican los “Campeones”, y por debajo, los “Rezagados” que no registran ningún avance), aunque según el informe ha obtenido un progreso bastante bueno al haber mejorado 14 puntos con relación a la primer medición (puntuación total de 47 puntos sobre 100), compartiendo ese rendimiento promedio con Brasil, India y Filipinas.

Ese puntaje desagregado muestra un alto rendimiento en lo que se refiere a la Preparación con 66 puntos sobre 100, disminuyendo a valores razonables de 55 puntos sobre 100 en lo que hace a su Implementación, cayendo sin embargo a 20 puntos sobre 100 en lo que se refiere al Impacto de las políticas de Datos Abiertos.

Según el Informe, el éxito en la gobernanza de los Datos pasa por lograr un cambio radical que comience haciendo foco por igual en los referidos ingredientes clave, pues esa será la única forma de comenzar a vislumbrar un impacto real de los datos abiertos en la vida de las personas.

Concluye el escrito advirtiendo que si bien este grupo de países deben ser considerados líderes pues han tenido un rendimiento superior en promedio de dos a tres veces respecto del grupo de 115 países evaluados (2/3 de los gobiernos han logrado avances de dos cifras y más de 1/3 ha aumentado sus puntuaciones en más de un 50%), todavía tienen una gran tarea por delante, y el desafío fundamental pasa por posicionar a los datos abiertos como parte de la propia forma de gobierno.

Debería entonces nuestro país redoblar esfuerzos para identificar los desafíos más urgentes que los datos abiertos pueden ayudar a resolver, dialogando con los ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil para identificar los datos realmente importantes a ese fin, que garantice una comunicación sostenida y con sentido, comprometiéndose a publicar conjuntos de datos cruciales y a modificarlos y mejorarlos si su adopción así lo requiere.

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