Presente y futuro de la e-participación: ¿Cuál es el rol de la inteligencia artificial?

Conversamos con una científica y un científico del CONICET acerca del fenómeno de la e-participación en los municipios de la Provincia de Buenos Aires y el análisis del comportamiento que realizaron aplicando técnicas de procesamiento de lenguaje natural a partir de los datos disponibles públicamente en la red social Twitter.

Luego de haber tomado conocimiento del paper “Hacia una e-Participación efectiva: Un análisis de la interacción y compromiso de los ciudadanos digitales en Argentina” nos contactamos con Antonela Tommasel y Andrés Diaz Pace para conversar acerca de la e-participación y sus implicancias en la relación entre los Municipios de la Provincia de Buenos Aires y sus ciudadanos.

Dicho estudio aborda el fenómeno de la e-participación entendida como la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para la vinculación de la ciudadanía en procesos sociales democráticos y consultivos, a fin de contribuir a la definición de prácticas y estrategias que fomenten la utilización eficiente y coherente de estos medios para la comunicación entre las instituciones públicas y la ciudadanía.

Según queda plasmado en el trabajo realizado, esta perspectiva surge a raíz de la incidencia creciente de las tecnologías digitales, la expansión de Internet y el crecimiento de las redes sociales, que ha generado profundos cambios en las formas políticas a nivel global, reformulando las bases de la participación ciudadana; y se toma como objeto de estudio el nivel municipal por ser el ámbito donde el proceso de e-Participación es más evidente, debido a su cercanía con los ciudadanos, y a la Provincia de Buenos Aires por contar con la mayor proporción de ciudadanía políticamente activa del país. La elección de twitter responde a la posibilidad que brinda de alcanzar a un mayor grupo de ciudadanos que si se realizan encuestas, y por la facilidad de acceso a sus datos en comparación con otras redes sociales. Para la obtención de los datos utilizaron la Interfaz de Programación de Aplicaciones (API) provista por Twitter, por intermedio de la herramienta twitter4j.

El análisis descriptivo realizado incluye en primer lugar una caracterización de las cuentas de los entes gubernamentales, un análisis estadístico de la relación con sus ciudadanos midiendo las interacciones y características de las cuentas en función de la densidad poblacional de los municipios, y finalmente, se presenta un estudio del contenido de las publicaciones, utilizando para ello las herramientas de procesamiento de lenguaje natural de IBM-Watson.

Su objetivo es sentar las bases para la definición de prácticas y estrategias que permitan desarrollar una comunicación eficiente entre las instituciones públicas y la ciudadanía a través de las redes sociales, fomentando así el desarrollo de actitudes responsables, analíticas y críticas por parte de los ciudadanos. Y posibilitar asimismo el desarrollo de modelos que permitan predecir la participación de los ciudadanos en diferentes canales de comunicación, e incluso la sugerencia o recomendación de oportunidades de participación a los ciudadanos.

Este último punto resulta de crucial importancia pues en diversos ámbitos a nivel mundial se realizan análisis de prospectiva como el realizado por Jamie Susskind en su libro “Future Politics: Living Together in a World Transformed by Tech”, donde se proyectan escenarios disruptivos de Data Democracy, Direct Democracy, Wiki Democracy, AI Democracy, sobre la premisa de que cuando las sociedades desarrollan nuevas tecnologías de la información y la comunicación, es dable de esperar que se produzcan también cambios políticos.

En los tiempos actuales, donde la interdependencia, la exponencialidad y la complejidad conforman una macro que complejiza, dificulta y muchas veces demora las medidas que nuestros representantes deben tomar en pos del bien común, es necesario pensar soluciones atrevidas que rompan los moldes clásicos que conforman nuestra cotidianidad. Como tantos de los cambios en marcha que el Covid se ha encargado de potenciar, para bien y para mal, ellos se han visto frente a la necesidad de tomar decisiones de envergadura, para lo cual fue y es necesario sopesar una infinidad de variables, imaginando un sinnúmero de posibles escenarios, donde cada sector propone una solución diferente, con el agregado de estar involucrada la vida de muchas personas, su trabajo, educación, e incluso su salud mental.

En ese escenario, donde como decíamos la información fluye en forma de datos que resulta muy difícil analizar por la limitaciones propias del ser humano y su inteligencia, urge encontrar una forma de mejorar el proceso de toma de decisiones para que lleguen en tiempo y forma a quienes las necesitan, y para que quienes tiene la responsabilidad de hacerlo sientan que es la adecuada, o en todo caso la mejor de las posibles para los tiempos que corren.

La tan mentada participación ciudadana es la llave con la que hoy contamos para mejorar el proceso de toma de decisión, y el desarrollo actual de las tecnologías de la información y la comunicación, el sustrato para moldearla. Debemos ser francos, necesitamos instituciones que cuajen con la realidad del siglo XXI y las generaciones venideras. Esa realidad no puede ser ajena y se impone utilizar esas herramientas e idear metodologías adecuadas que posibiliten una consulta inmediata y permanente de los gobernantes con sus gobernados, mientras desarrollamos y exploramos las potencialidades que la disponibilidad de grandes cantidades de datos, el creciente poder de cómputo y la inteligencia artificial pueden brindarnos en este ámbito.